jueves, 19 de noviembre de 2020

El amor en los tiempos que corren

 En este nuevo post os quiero hablar de SEXO, SI, habéis leído bien, voy a hablar de sexo. Ese tema tabú que nos da vergüenza mencionar..., o mas bien debería escribir ¿Nos daba vergüenza?

Hace unos días leí un articulo que escribía Carmen posadas acerca del tema, con un titulo muy sugerente: No lo conozco, solo nos hemos acostado. Y fue lo que inspiró este post que hoy quiero compartir con vosotros.

En él quiero tratar como ha evolucionado el sexo en un par de generaciones, si me apuras, en solo una, aunque se venia fraguando ya en la generación intermedia...

Desde pequeño he oído como mi madre y abuela me contaban historias acerca de llegar vírgenes hasta el matrimonio, como el tema sexo en esas generaciones era casi un tema prohibido solo al alcance de las personas adultas con un estado civil casado, o superior a haber pasado por la viciaría. Pues bien, no es que quiera reivindicar la vuelta a los tiempos de castidad en los que la practica sexual era vista como algo prohibido, o incluso castigado si las personas que lo hacían no estuviesen casadas. No, la idea de este post es hacer ver como se ha avanzado en este tema en tan poco tiempo.


Lo normal para los jóvenes de hoy en día, entiéndase por jóvenes, las personas que tienen entre 15 y 21 años (si, la edad media de inicio al sexo está en los 15, os sorprendería ver las estadísticas de iniciación actuales a las practicas sexuales ). Para esta masa de personas son practica habitual las relaciones sexuales plenas, hasta ahí podría ser normal, no entro yo a juzgar la precocidad de cada uno. Lo que me sorprende es que se haya normalizado el hecho de estas practicas entre ellos sin preguntarse el nombre, sin apenas conocerse, sin saber nada de la otra persona. Solo por el hecho de sentir una atracción física, que no va mas allá del calentón del momento.

¿Está bien? ¿Esta mal? pues no lo se, ni voy a entrar a juzgarlo, los hechos son los que son, y la evolución en este sentido nos ha llevado a estas practicas. Mi duda es, ¿por que hemos pasado de la castidad al libertinaje absoluto en un abrir y cerrar de ojos? La autora del articulo apunta a un fenómeno conocido como FOMO, o fear of missing out, y que no es otra cosa que el temor a perderse algo, por lo que es preferible no decantarse por nada ni por nadie, no sea que se escape algo mejor. Sin reparar en que, paradójicamente, esa ansia de quererlo todo es lo que les impide sentir y disfrutar a largo plazo.

Todo me lleva a hacerme una nueva pregunta: ¿En qué momento hacer algo tan normal como, por ejemplo, tomarse un café con alguien, charlar y abrirse, sincerarse, empezó a ser más íntimo y comprometido que acostarse?.

Conozco tu posición de Kamasutra favorita y el lunar que tienes en la ingle, pero ¿cómo dices que te llamabas…? Y todo esto que os cuento nos ha llevado al efecto contrario en otro fenómeno. EL AMOR.

¿Cómo y por qué el amor empezó a ser tabú justo cuando el sexo ha dejado de serlo? Pues esta pregunta

se responde de forma mas o menos fácil, atendiendo al fenómeno descrito anteriormente. El amor implica un compromiso, y eso lleva implícito el perderse cosas en este entorno tan cambiante, el quedarse atrás, el amarrarse, y eso es a lo que las nuevas generaciones tienen miedo. Por eso, actualmente el amor es otro tema, una cuestión seria, para la que hay que estar preparados, sino, lo mejor es acostarse y si te he visto no me acuerdo. Y yo soy de la opinión (quizás porque me tocó vivir en esa generación intermedia), de que las mejores cosas de esta vida requieren tiempo y dedicación, que la convivencia hay que currársela, que las relaciones son un trabajo y el amor, un cultivo. Que vivir al día y beberse la vida está muy bien, pero, al final, todo tiene el valor que uno quiera darle y solo se ama aquello que se conoce. O, como diría el Principito:


 "Los hombres de tu planeta cultivan cinco mil rosas en un mismo jardín, pero no saben lo que buscan. En cambio, es el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la convirtió en única".