Recientemente he visitado la exposición de dibujos de Walt Disney que se exponen en Caixa Fórum , y me ha inspirado esta historia que os voy a contar, como si de un cuento de la factoría Disney se tratase:
El pequeño Walter abrió los ojos
poco a poco con la esperanza de que el peligro hubiese pasado, aún con el
corazón sobresaltado por la carrera que había tenido que dar para esquivar a
sus compañeros, que como cada día, tras salir del colegio habían salido tras el
para que fuese el centro de sus burlas y palizas.
Walter se dormía en clase, lo que
motivaba las broncas de sus profesores y las mofas de sus compañeros, que lo
dejaban de lado en sus juegos y en muchas ocasiones era el inocente
protagonista de otros. El tiempo que pasaba despierto le gustaba evocar sus
recuerdos de infancia, cuando realmente fue feliz, viviendo en la granja de la
montaña, corriendo ladera arriba y rodando ladera abajo, le gustaba descubrir
la diversidad de colores que tenían las flores y vestían los campos en cada
época del año, y recordaba también como corría con su hermana para ver desde el
pequeño promontorio como a lo lejos se distinguía la silueta y el reguero del
humo del tren que iba a la ciudad, días felices descubriendo y soñando. Era en
esos pensamientos y esa época de su vida donde se perdía cuando soñaba
despierto, dibujaba los recuerdos de su mente y cuando podía le gustaba ir a
ver como los trenes llegaban y partían de la gran estación de la ciudad...
Que diferente era su vida en la
ciudad, recordaba el disgusto que le causó la noticia de abandonar la granja,
su padre ya enfermo y sólo no podía hacerse cargo de todo el trabajo que
generaba la vida en la granja y fueron a la ciudad donde aceptó un trabajo como
repartidor de periódicos para alimentar a su familia, trabajo en el cual el
pequeño Walter ayudaba, teniendo que levantarse de madrugada para que diese tiempo
a repartir todos los periódicos antes de que la ciudad despertase ávida de
noticias, de ahí su cansancio y sueño acumulado durante el día que tantas risas
y alborotos causaba a su alrededor, dejando escenas de profundos sueños en
lugares insospechados, este hecho es el que lo alejo de sus compañeros de
colegio y le hizo sumirse de lleno en uno de sus hobbies, el dibujo.
Empezó pintando escenas que
recordaban a su infancia en la granja, que le traían esos días felices de mil
aventuras vividas junto a su familia, para dar paso a dibujar fantasías que
acudían a su mente cuando intentaba escapar del mundo real en que vivía, era
una forma de soñar despierto, y fue así como el pequeño Walter consiguió
ganarse la vida, fue muy famoso en todo el reino, (que diría la historia), el
más famoso de todos, ese niño que nunca renunció a sus sueños, ese joven que
hizo de su sueño una forma de vida, ese hombre que hizo soñar y hará soñar a
millones de personas, y como no podía ser de otra forma, ese hombre que sigue
soñando a la espera de que un milagro en forma de beso o de fantasía lo
despierte para que su cuento también sea un cuento con final feliz.... ¿Y
porque no? Lo importante es creer en tus sueños...
Pues sí, este cuento podría haber sido otro más de la
factoría Disney, pero realmente es la vida de Walter Elías (Walt Disney), que
con su vida nos demuestra que se parta del origen que se parta, si se cree en
un sueño, este se convierte en realidad....o no....¿qué diferencia hay entre la
realidad y un sueño, si este último lo vives?
Algunas curiosidades que he visto de Walt Disney al bucear
en su vida:
- El propio Walt Disney puso voz original a Mickey mouse
- Fue premiado con 26 premios Óscar y 4 honoríficos (siendo
la persona que más premios de la academia atesora)
- Para romper la leyenda o "final feliz" del
cuento, Walt Disney no se encuentra Criogenizado, sino que fue incinerado a su
muerte.